Generalidades del cultivo

Generalidades del cultivo

El clima que más conviene al granado es el clima subtropical e incluso el tropical. Los mejores frutos se obtienen en las regiones subtropicales donde el periodo de temperaturas elevadas coinciden con la época de maduración de las granadas.
El granado exige mucha agua y frescura para sus raíces y solamente en estas condiciones es cuando da muchos frutos de buena calidad. Al mismo tiempo soporta muy bien la sequía.
Fuera de las regiones subtropicales, el granado se adapta bien en regiones donde la temperatura no alcance los -15ºC. El árbol no resiste las temperaturas bajas y solo ciertas variedades Chinas y del Turquestán, más rústicas, soportan mejor los fríos llegando a soportar temperaturas de -18 y -20 ºC.
El granado es muy sensible a las heladas tardías a partir de la entrada en vegetación. Prefiere más bien un clima templado e incluso caluroso que los relativamente fríos. Debido a su retraso vegetativo y de floración, corre peligro de que las flores se vean afectadas por las heladas tardías de primavera. En pleno invierno resiste temperaturas inferiores a los -7ºC.

EL SUELO

El granado no es exigente en suelo. Sin embargo, da mejores resultados en suelos profundos; le conviene las tierras de aluvión. Los terrenos alcalinos le son favorables; incluso los excesos de humedad favorecen su desarrollo. El suelo ideal debe ser ligero, permeable, profundo y fresco. Le es indiferente la alcalinidad o acidez del suelo.

Es tolerante a la sequía, a la salinidad, a la clorosis férrica y a caliza activa.En suelos salinos las granadas obtienen una mayor coloración roja.

En tierras de secano, la sequía en el momento de la floración puede provocar la caída de la flor y reducir la cosecha al mínimo. En las tierras de regadío, sus necesidades hídricas son muy reducidas, y de abusar de los riegos poco antes de entrar el fruto en envero puede ser causa de su agrietamiento.

PLANTACIÓN

La mejor época de plantación es la primavera, concrétamente entre febrero y marzo (agosto a octubre hemisferio sur), en el estado de plantón de dos años.

La orientación óptima es norte a sur,siempre que se pueda.
Primero se hace una labor profunda de unos 50 cm para airear el terreno donde se va a efectuar la plantación, manteniendo al mismo tiempo la humedad del suelo. Más tarde se añade estiércol con una fresadora.
El marco tradicional es de 5 x 4, pero en las nuevas plantaciones se tiende a marcos de 5 x 5 metros o 3,5 x 2.Pero aquí intervienen muchos factores como la variedad ,las instalaciones o método de cultivo.

  • Variedades caídas: 4,5×2 (1111 pls/ha)
  • Variedades tipo Mollar: 4,5×3 (740 pls/ha), 5×3 (666 pls/ha)
  • Variedades tipo Wonderful: 4,5×3 (740 pls/ha), 5×3 (666 pls/ha)
  • En eje central, variedades tipo wonderful: 3×1,5 (2222 pls/ha), 3×2 (1666 pls/ha) ó 3,5×2 (1428 pls/ha)

Una vez marcado el terreno, se hacen hoyos con una profundidad  en la que el cepellón esté sobradamente de espacio. Es conveniente introducir tierra en el fondo si queda muy bajo. En cada uno se coloca un patrón o árbol arrancado el día anterior del plantel o vivero, pudiendo estar a raíz desnuda o cepellón.

Si ha sido arrancado para ser transplantado: antes de colocarlo en el hoyo se poda la parte superior para equilibrar las dos partes (ramas y raices).

Tiene que estar enterrado al mismo nivel que viene del vivero o del trasplante.

Si se pone protector de troncos, hay que vigilar que no afecte a los troncos por elevadas temperaturas.

RIEGO

A manta:

Durante los primeros años de cultivo hasta la entrada en plena producción se riega por surcos con dotaciones de 600 a 800 m3/ha. Cuando el árbol entra en plena producción, a los 6 o 7 años de edad después del injerto, el riego a manta o por inundación es el más empleado (con una dosis de 900 a 1200 m3/ha), en este caso se suele dar una labor al suelo antes del riego, aportando con anterioridad los fertilizantes o aplicándolo directamente en la compuerta de riego. Normalmente se dan de cuatro a siete riegos a lo largo de todo el año.

Riego localizado: o por goteo, *** datos de referencia

Total 4900 m3/Ha en árboles adultos de más de 3 m de copa

FERTILIZACIÓN

El granado no es muy exigente en cuanto al abonado; a la caída de la hoja es el momento óptimo para aportar abonos fosfatados y potásicos, y en el momento de entrar en vegetación, los nitrogenados en fórmulas equilibradas.
Las necesidades medias en elementos fertilizantes, para una producción próxima a los 30.000 kg/ha y año:

  • 216 U.F. de N.
  • 150 U.F. de P2O5.
  • 416 U.F. K20.

Los aportes de materia orgánica son muy empleados en las zonas tradicionales de cultivo.
Se suelen realizar aportaciones de quelatos de hierro en el caso de tener suelos con elevado contenido en caliza activa y salinidad .
Hay que tener en cuenta que un exceso de nitrógeno en árboles jóvenes, suele ser perjudicial, ya que provoca formaciones muy largas y débiles, que por su propio peso pueden quedar arqueadas en exceso, y en otras ocasiones puede producir incluso la rotura del nuevo ramo.

En momentos de floración no aportar mucho nitrógeno porque el árbol suele tirar las flores.

En el cuajado aumentar el abonado en potasio y aplicar en meses alternos Magnesio y Calcio.

Tras la cosecha aporte de nitrógeno en el último riego para acumular reservas.

ACLAREO

 antesaclareodepuesaclareo

Es imprescindible para obtener frutos de calidad, tiene como finalidad eliminar los frutos que puedan estar afectados por el sol, ya que si éste les da directamente se ensolanan o albardan, pierden sabor y por lo tanto valor comercial, por lo que conviene eliminarlos y ahorrarle al árbol su crecimiento.

Con el aclareo de frutos también se controla su tamaño ya que si dejamos un gran número de granadas formando pomos se obtienen frutos de pequeño tamaño y menos comerciales. Normalmente se dejan una o dos granadas por pomo. El aclareo suele ser manual, después del cuajado y se suelen dar dos pasadas, con un intervalo entre ambas de 20-25 días. Se favorece a que el cotonet (planicocus) no aparezca en los meses más cálidos y húmedos.

MALAS HIERBAS

A manta

La primera labor de cultivo se hace en los meses de invierno, con el cultivador, para obtener un suelo más esponjoso, cuyo objetivo es la eliminación de las malas hierbas y la preparación del terreno para el riego.

A veces se da una pasada con la fresadora para enterrar el estiércol y los abonos que se incorporan al terreno.
En primavera se realizan pasadas con el motocultor para eliminar malas hierbas y conseguir una mejor evapotranspiración.

Localizado

En el riego por goteo las labores de cultivador no serán necesarias ,bien se utiliza la azada o la desbrozadora, dejando una cubierta vegetal de medio palmo, esto servirá para evitar evaporación. Los herbicidas será la última opción o para zonas muy concretas y localizadas.

RECOLECCIÓN

La recolección comienza  al aparecer los cambios de color en el fruto,esto varía según la variedad o cuando alcanza el brix idóneo de esa variedad en concreto.Alrededor del 17.

Se dan dos o tres pases debido a la maduración no uniforme de la granada, ya que la floración es escalonada.

La recolección se realiza manualmente, utilizando tijeras de podar de hoja más pequeña y teniendo el mayor cuidado, ya que los frutos son muy sensibles a los golpes.
La recolección puede adelantarse o retrasarse según las oportunidades del mercado pero esto puede acarrear algunos inconvenientes:

  • Al adelantar la recolección la granada todavía está verde, siendo de menor calidad y acabarán por arrugarse.
  • Si se retrasa la recolección se tendrá un mayor número de granadas abiertas y por tanto menos comerciales.

Los rendimientos medios por hectárea son de 10kg/árbol al tercer año y de 35 a 50 kg/árbol en plena producción.Depende la variedad.

CALIDAD

  • Ausencia de grietas de crecimiento, cortes, magulladuras y pudrición.
  • Color y lisura de piel.
  • El sabor depende del cociente azúcar/acidez, que varía entre los cultivares. Es deseable un contenido de sólidos solubles mayor al 17%.
  • Es deseable un contenido de taninos inferior a 0,25%

POSTCOSECHA

Temperatura óptima.

A 5°C por un máximo de 2 meses; para un almacenamiento más prolongado, se debe usar una temperatura de 10°C para evitar daños por frío.

Humedad relativa óptima.


90-95%; las granadas son muy susceptibles a la pérdida de agua que produce arrugamiento de la piel. El almacenamiento de la fruta en un revestimiento o forro de plástico o el uso de ceras pueden disminuir pérdidas de agua, especialmente en condiciones de humedad relativa baja.

Tasa de respiración.


2-4 mL CO2/kg h a 5° C, 4-8 mL CO2/kg h a 10°C, y 8-18 mL CO2/kg h a 20°C.
Para calcular el calor producido, multiplique mL CO2 / kg • h por 440 para obtener BTU/ton/día o por 122 para obtener kcal/ton métrica/día.

Tasa de producción de etileno.


Menos de 0.1 µL/kg h a 10°C y menos de 0.2 µl/kg h a 20°C.

Efectos del etileno.


La exposición a una concentración igual o mayor a 1 ppm de etileno, estimula la respiración y la tasa de producción del etileno, pero no afecta las características cualitativas de la fruta. Las granadas no maduran tras la cosecha, por lo que deben cosecharse completamente maduras para asegurar la mejor calidad para el consumo.

Efectos de las atmósferas controladas.


Se han efectuado muy pocos estudios sobre el efecto de la AC en las granadas. Si se almacenan a menos de 5°C, las concentraciones del 2% O2 ayudan a disminuir los daños por frío. En un estudio, se pudo almacenar granadas exitosamente a 6°C en un atmósfera de 3% O2 + 6% CO2 por 6 meses.